Manuscrito enviado el 17 de enero de 2017. Aceptado, tras revisión, el 27 de abril de 2017. Publicado el 1 de septiembre de 2017.
ResumenLos procesos químicos que se dieron durante los primeros años de la evolución del planeta Tierra, -antes de la presencia de formas celulares-, han sido motivo continuo de estudios a nivel experimental en muchos laboratorios. Considerando ambientes prebióticos plausibles, se ha dado importancia y validez a la presencia de materiales, tales como minerales y arcillas, que pudieron aportar elementos químicos necesarios para catalizar reacciones químicas y estabilizar otro tipo de compuestos orgánicos. La estructura cristalina de algunas biomoléculas de importancia biológica, así como su estereoquímica pueden llevarnos a comprender algunas de las formas de compuestos descritos en el espacio; en particular los compuestos orgánicos mencionados en algunas meteoritas. Finalmente, aportar elementos que nos ayuden a dar nuevas evidencias sobre el ¿cómo? y el ¿por qué? de la existencia de algunas moléculas de importancia biológica, siempre enriquecen el campo científico, y en particular abren nuevos horizontes para entender la relevancia en los procesos fisicoquímicos y más tardíamente, los procesos metabólicos, que pudieron dar lugar a organismos vivos de tipo unicelular en la Tierra primitiva. En el presente trabajo se discute la importancia de la histidina como catalizador orgánico en los estudios sobre el origen de la vida. Se presentan los resultados preliminares sobre la formación de monocristales de histidina en una disolución acuosa y sus posibles implicaciones como aminoácido esencial para la formación de oligopéptidos. Además se plantea la posibilidad de que este aminoácido haya actuado en un momento dado, como catalizador de ciertas reacciones químicas vitales en muchos seres vivos, apoyando su potencial actividad como catalizador orgánico.