(Rev Méd Chile 2004; 132: 794-800C hile presenta una de las mayores frecuencias de cáncer de vesícula biliar (CV) del mundo, en ambos sexos, con una tasa de mortalidad que sobrepasa 14 x 100.000 habitantes 1-3 . El cáncer vesicular incipiente presenta una sobrevida cercana a 90% a cinco años, en cambio, los que tienen compromiso de la serosa no alcanzan el 20% 4,5 .En el CV se distinguen distintos estadios clínicos y patológicos, siendo el carcinoma subseroso (CSS) el de mayor dificultad en su evaluación clínica, histológica y pronóstica 6,7 . En este estadio, el tumor está confinado a una túnica cuyos límites
A R T Í C U L O D E I N V E S T I G A C I Ó N
795son imprecisos y no claramente reconocibles en el estudio histológico 8 .Entre los factores inherentes al tumor y que determinan un comportamiento de mayor o menor agresividad está el contenido de ADN de las células tumorales 9-11 . El contenido aneuploide de ADN está relacionado con la existencia de poblaciones celulares cuyo comportamiento biológico puede variar considerablemente 11,12 . Se ha demostrado que la medición de la ploidia a través de citometría de flujo es una herramienta complementaria en la caracterización de diferentes procesos neoplásicos 13,14 .Las poblaciones celulares de tumores como carcinomas son heterogéneas desde el punto de vista morfológico y biológico. Se asume que esta heterogeneidad es el reflejo de la heterogeneidad genética a nivel celular, por lo cual un mismo tumor puede presentar clones con un distinto patrón de ploidia. Ha sido demostrado que cantidades anormales de ADN en las células tumorales son un factor pronóstico en algunas neoplasias 12,15,16 . Existe escasa información respecto del cáncer de la vesícula biliar y contenido de ADN y, menos aún, en relación al grupo de carcinomas subserosos [17][18][19][20] .El objetivo de este trabajo es determinar el contenido de ADN en carcinomas subserosos de la vesícula biliar, correlacionar estos hallazgos con variables clínicas y anatomopatológicas e intentar evaluar su importancia como factor pronóstico en esta etapa de la enfermedad.
MATERIAL Y MÉTODOSelección de los casos. De los archivos de la Unidad de Anatomía Patológica del Hospital Temuco, se seleccionaron 120 pacientes con carcinomas subserosos de vesícula biliar que tuvieron seguimiento clínico. En todos estos casos, el diagnóstico se hizo mediante el mapeo completo de la pieza quirúrgica.Obtención de suspensiones nucleares. Se realizaron 3 cortes de 20 micrones para la obtención de núcleos y un corte consecutivo de 4 micrones, teñido con hematoxilina eosina. En esta última preparación se marcaron las áreas representativas del tumor a microdisecar. De cada uno de los casos y del mismo corte, se seleccionaron áreas de mucosa tumoral y no tumoral, estas últimas fueron utilizadas como control interno. En las preparaciones 20 micrones, se realizó la microdisección de las áreas seleccionadas (micro disector hidráulico Narishige) y del tejido no tumoral.Digestión enzimática. Se realizó con pepsina al 0,5% a pH 1,5 (Sigma),...