“…La gran diferencia entre en el espesor de la pared celular y el lumen afectó de manera negativa las propiedades mecáni-cas, y significó que ocupara el cuarto lugar con respecto a la resistencia máxima entre las fibras analizadas. Las imágenes obtenidas mediante microscopia electrónica de barrido (SEM) evidenciaron características morfológicas similares entre las fibras colombianas analizadas en el presente estudio y otras reportadas en la literatura, como las de yute, sisal, curauá, coco y piassava (Alves, et al, 2013), okra (Abelmoschus esculentus) (DeRosa, et al, 2011), melcocha (Althaea officinalis L) (Sarikanat, et al, 2014), fibras de cáscara de nuez de betel (Areca catechu) (Yusriah, et al, 2014), fibra cabecinegro (Manicaria saccifera) (Porras, et al, 2016), de alcachofa (Cynara cardunculus L.) (Fiore et al, 2011), Juncus effusus L. (Maache, et al, 2017) y fibra de caña de azúcar (Hossain, et al, 2014). El análisis dela morfología, de las cinco fibras evidenció que la de guérregue y la de caña flecha presentaron paredes celulares más gruesas y lúmenes muy pequeños, lo cual incrementa el área de soporte para una óptima distribución de la carga sobre las microfibrillas de celulosa en la pared secundaria, lo cual les permite un mejor comportamiento mecánico.…”