por abrirme el camino para empezar a trabajar en el centro.Marina, la que ha sido una inspiración y un apoyo constante desde que entré en el laboratorio. Has sido una gran mentora y compañera. Te he echado de menos en esta última etapa.Gracias a todas mis compañeras del laboratorio. María, por el trabajo codo con codo en el campo hasta en los terrenos más hostiles, por las charlas infinitas y por todo tu trabajo en el laboratorio, sin el cual investigar no hubiera sido posible. Elisa, por tu paciencia infinita y por ayudarme a poner a punto el flight-mill. Borja, siempre cuidando de mis Sonchus. Marcos, por los miles de horas cuidando Philaenus y trabajando en el campo hasta la extenuación, además de un compañero me llevo un amigo. Ana, corriendo aventuras juntas desde