“…Estos carcinomas se caracterizan por un crecimiento incontrolado y progresivo de las células del conducto biliar (Ponomarkov y Mackey, 1976;Cullen, 2017). Histopatológicamente, los tumores de vías biliares están conformados por células epiteliales columnares a cuboidales, organizadas en forma de glándulas, hileras, cordones, túbulos o conductos separados por mínimas cantidades de estroma, donde la infiltración del parénquima hepático es manifiesta, pudiéndose observar figuras mitóticas (Ozmen , 2012).…”