La cicatrización de heridas es un proceso fisiológico en el cual están involucradas diferentes tipos de células como las citocinas, factores de crecimiento, matriz extracelular, entre otros elementos que participan en las fases de cicatrización de heridas como son la fase de hemostasia, fase de inflamación, fase de proliferación y la fase remodelación tisular, siendo esta última la más larga, pues, su duración varía entre meses o años. A nivel mundial millones de personas desarrollan cicatrices como consecuencia de algún trauma, quemadura o cirugía representando así una elevada carga sanitaria y económica. Alrededor del 3% del presupuesto sanitario en todo el mundo está destinado a cubrir heridas crónicas que nohan cicatrizado de manera correcta provocando entre el 32 al 72% de cicatrices hipertróficas (HTS) las cuales generan aproximadamente $6.000 en gastos sanitarios por cada paciente. El tratamiento para los diferentes tipos de heridas está enfocado en promover una buena cicatrización de las mismas, entre ellas se encuentran el uso de antibióticos, el desbridamiento de heridas, el empaquetamiento de heridas, el uso de terapias tópicas, entre otras más. No obstante, hay que tener en cuenta que toda herida tiene un riesgo de complicación el cual varía según las comorbilidades del paciente, el tipo de herida y el entorno en general. En definitiva, la cicatrización de heridas depende de varios factores los cuales pueden ser fácilmente alterados, por ello, en este capítulo abordaremos su fisiopatología, manifestaciones clínicas, tratamiento, y complicaciones.