El dominico Ignacio Muñoz estuvo en Filipinas, Nueva España y en la Corte, publicando el Manifiesto Geometrico (1684), obra dedicada a la construcción del heptágono regular, con una crítica inquisitorial al estudio de figura Kepler de Harmonices mundi (1619), por considerar al polígono como incognoscible. Especial interés revisten los manuscritos de sus conocimientos de base geométrica que han llegado a nuestros días y cuya utilización se adaptan a las necesidades del mantenimiento de imperio español en el siglo XVII y que les sirven para sustentar su demostración matemática para la construcción del septanguli. Kepler tenía razón ante la inconstructibilidad del heptágono como demostró Gauss, pero el fray Ignacio murió sin saber que su método, utilizando la relación aritmética geométrica de (9/4), sería uno de los precisos que cuantitativamente se han desarrollado hasta el siglo XXI.