Resumen
La resección transanal miniinvasiva ha mejorado los resultados de las resecciones transanales clásicas. Estas técnicas se han difundido en los últimos años debido al desarrollo del TAMIS (trans anal minimally invasive surgery), que consiste en un puerto multicanal transanal por el que se introduce instrumental laparoscópico clásico. Debido a esto, no sólo ha aumentado el número de procedimientos transanales realizados, sino también sus indicaciones, incluyendo un amplio abanico de patologías.
En esta publicación destacamos su rol como procedimiento miniinvasivo de exéresis de un adenocarcinoma rectal insuficientemente resecado luego de un procedimiento endoscópico, permitiendo un estudio adecuado de la lesión. Se describirán los principales detalles de la técnica y sus resultados
Introducción
El equilibrio para lograr un tratamiento adecuado y mantener la calidad de vida ha derivado en el desarrollo de nuevas técnicas y tecnologías. Las técnicas transanales combinadas con el abordaje endoscópico surgen como alternativa a la resección local convencional.(1)
En 1988, Buess et al.,(2) describen la microcirugía endoscópica transanal (TEM: transanal endoscopic microsurgery) como ejemplo de cirugía por orificios naturales y posteriormente surge la cirugía endoscópica transanal (TEO: transanal endoscopic operation). Estas técnicas permitieron mejorar la visibilidad y calidad de la resección, así como tratar lesiones rectales más proximales.(3)
El TAMIS (trans anal minimally invasive surgery) surge a partir del desarrollo de la cirugía mininvasiva de puerto único (single port). Descrita en 2010 por Atallah y cols.(4) como una alternativa al TEM/TEO, consiste en la utilización de un puerto único multicanal transanal combinado con el uso de instrumental laparoscópico.(5) Esto ha facilitado su desarrollo y permitido ampliar las indicaciones de lesiones pasibles de resección transanal incluyendo: lesiones benignas, tumores neuroendócrinos, tumores del estroma gastrointestinal (GIST), resección con criterio curativo en adenocarcinomas rectales T1, reseccion de tumores T2 (casos individualizados), resecciones no oncológicas en pacientes con elevado riesgo quirúrgico o por elección propia, exéresis biópsica de la “cicatriz” de una lesión rectal luego del tratamiento neoadyuvante.(1) En este caso, destacamos su rol como coadyuvante de la resección endoscópica frente a resecciones insuficientes (superficiales, márgenes insuficientes, fragmentación).
Método
Se presenta el caso de una paciente de 68 años a la que durante una videocolonoscopia se le reseca un polipo rectal sésil localizado a 7 cm del margen anal (foto 1). El informe histológico refleja la resección endoscópica incompleta de un adenocarcinoma de recto bajo, con infiltración submucosa de 4 mm de profundidad y márgenes de resección comprometidos. Se decide realizar una resonancia nuclear magnética de recto (foto 2) y la resección de espesor parietal total por TAMIS para estudio completo de la lesión.
Procedimiento bajo anestesia general. Previamente, ayuno y preparación retrógrada del recto para la correcta visualización de la lesión. Profilaxis antibiótica con Ampicilina-Sulbactam.
Paciente en posición ginecológica y Trendelemburg optimizando la visión de la luz rectal.
El monitor se coloca hacia la cabeza del paciente, el cirujano entre las piernas a derecha y el asistente a izquierda.
El tacto rectal no evidencia lesiones. Esfínter normotónico.
Dilatación anal suave para facilitar la colocación del dispositivo y disminuir el riesgo de trauma esfintérico.
Introducción del GelPOINT PathÒ plegado, lubricado. Fijación a la piel para evitar su rotación o explusión, minimizando el trauma del canal anal (foto 3).
Colocación de la tapa hermética de gel y los tres puertos de acceso. En el puerto central se coloca la óptica y en los otros dos, los instrumentos laparoscópicos. El insuflador se conecta en el trócar más superior para evitar que el flujo de CO2 “salpique” la óptica con el líquido acumulado en el sector declive del recto. Conexión del GelPOINT PathÒ a una bolsa de estabilización para mantener una cavidad estable. Neumorrecto a 12 mmHg. Identificación de cicatriz de polipectomía en cara posterolateral derecha, a 7cm del margen anal. Realce de la lesión con azul de Metileno (foto 4). Marcado circunferencial de la misma con electrobisturí (margen de 1 cm). La resección comienza a la hora 6 avanzando por ambos lados hasta el sector proximal. Esta maniobra facilita la disección del margen en profundidad. Se toma la pieza por mucosa sana para evitar su fragmentación, asegurando una pieza única y con margen adecuado (foto 5). Extracción de la lesión retirando la tapa del dispositivo y se repera para su estudio anatomopatológico (foto 6).
Cierre de la brecha rectal con sutura barbada 3-0 (V-Loc TM, Covidien, Mansfield, MA).
Postoperatorio sin incidentes. Alta el mismo día.
Resultado anatomopatológico: cicatriz inflamatoria sin malignidad.
Fotos 1. Se observa la cicatriz de aspecto nacarado, con fibrosis convergente.
Foto 2. Obsérvese el engrosamiento mucoso en cara posterolateral izquierda.
Foto 3. Colocación de la plataforma y comienzo de la cirugía.
Foto 4. Realce de la lesión con azul de Metileno.
Foto 5. Comienzo de la disección.
Foto 6. Resección completa. Marcado de la pieza para anatomía patológica.
Discusión
El desarrollo del TEM/TEO, trajo un cambio en la indicación y resultados de la cirugía transanal.(3) Asimismo, permitió el tratamiento de lesiones en todos los sectores del recto y colon sigmoides distal, con mejores resultados que la cirugía transanal convencional.
El TAMIS surge como alternativa al TEM/TEO presentando ciertas ventajas: menor costo; plataforma más facil de colocar; uso de instrumental laparoscópico; campo visual de 360º (vs 220º del TEM); no requiere cambios de posición del paciente (con posibilidad de abordaje intraperitoneal combinado) y curva de aprendizaje corta para cirujanos expertos en laparoscopía.(1,3,4,5,6)
Además de la resección de tumores rectales, se ha descrito su uso para la reparación de fístulas rectoureterales, hemostasis de lesión de Dielafoy rectal, reparación de fallas de suturas colo o ileorrectales, extracción de cuerpos extraños y abordajes transcolostomía.(7) Actualmente, existe un renovado interés en TAMIS debido al desarrollo de la escisión mesorrectal total transanal (ta-TME) combinado con resección laparoscópica intraabdominal, facilitando la escisión completa del mesorrecto, cuya disección es dificultosa por vía abdominal exclusiva,(6,8) En esta publicación, comunicamos también su valor en la resección de cicatrices rectales de procedimientos endoscópicas insuficientes.
En TAMIS, las dos plataformas más utilizadas son: SILS portÒ (Covidien, Mansfield, Massachusetts, EEUU) y GelPoint PathÒ (Applied Medical, Rancho Santa Margarita, California, EEUU).(6) Su material flexible basado en un elastómero termoplástico permite ajustar instrumentos laparoscópicos de diferente tamaño. Se adapta al canal anal disminuyendo la distensión del esfínter y, gracias al material de confección, genera un sistema de sellado que minimiza la pérdida de CO2. La menor longitud en comparación al TEM, permite mayor angulación y movimiento de las pinzas durante el procedimiento. 4,7)
Una de las dificultades técnicas relacionadas al TAMIS es la inestablidad del neumorrecto por el flujo pulsátil del insuflador. En los últimos años se han desarrollado dispositivos como el insuflador Airseal TM y las bolsas estabilizadoras de gas, como la que hemos utilizado. Esto crea un neumorrecto estable, evitando el flujo rítmico y el colapso de la luz rectal, facilitando el procedimiento.(9) El neumorrecto suele realizarse a 15 mmHg con flujo alto, para lograr una adecuada distensión.(6)
Para la resección con márgenes adecuados, destacamos la utilidad del realce de la lesión con tinción vital como el azul de Metileno.(10) Esto permite diferenciar mejor el área patológica de la mucosa normal, facilitando el marcado de la lesión con un margen seguro de 5-10 mm.(3)
La resección en profundidad dependerá del tipo de lesión. En las resecciones anteriores de espesor parietal completo debe tenerse cuidado de no lesionar la vagina, la uretra/próstata. Es preferible la utilización del electrobisturí para visualizar los planos de disección, si bien pueden utilizarse otros métodos de hemostasis. La pieza obtenida debe ser única y marcarse adecuadamente para su estudio anatomopatológico.(6)
Un punto controversial es el cierre de la brecha rectal a nivel subperitoneal. Las últimas publicaciones recomiendan que debe intentarse siempre que sea posible. En cirujanos experimentados y centros de alto volumen se observa una tendencia a realizar el cierre parietal. Puede utilizarse una sutura barbada 2-0 o 3-0 que facilita la maniobra.(3) Como ventajas, habría menos complicaciones fundamentalmente hemorrágicas y aumentaría la velocidad de cicatrización. Sin embargo, esto no esta completamente demostrado y el cierre puede ser dificultoso.(6)
En cuanto a los resultados, el TAMIS tiene resultados similares a otras técnicas endoscópicas de cirugía transanal. (18) Los porcentajes de resección incompleta o de fragmentación varían según las series, pero son mejores en comparación a la resección local clásica. Se reportan mayores márgenes de resección R0 (88-90% para la resección endoscópica vs 55% local clásica), menor fragmentación (1.4% vs 24%) y menor recurrencia local acumulada (4-6% a 20% vs 29%).(1,3,4)
La morbilidad global con las resecciones endoscópicas transanales varía entre el 7 y 31% en distintos reportes. Esta variabilidad depende de los criterios utilizados para su evaluación. Afortunadamente, más de la mitad son leves y no requieren tratamiento.(3) Dentro de las complicaciones más relevantes destacamos: la hemorragia y la incontinencia. La hemorragia es la complicación más frecuente (1-13%) y se asocia a dejar abierta la brecha rectal. Generalmente es leve y se detiene espontáneamente. En cuanto a la incontinencia, se ha reportado una incidencia de 10%, de grado variable. Está dada fundamentalmente por la dilatación anal y colocación de la plataforma.(7) Sin embargo, los últimos estudios han mostrado alteraciones prinicpalmente manométricas sin traducción clínica. Se ha reportado tanto para TEM como para para TAMIS.(5)
La dehiscencia de la línea de sutura y el desarrollo de abscesos perirrectales se observa en 5% de los casos. Este porcentaje aumenta en pacientes sometidos a neoadyuvancia. Las lesiones uretrales/vaginales se ven en 5,8%. La perforación intraperitoneal en resecciones altas puede repararse por abordaje transanal o laparoscópico abdominal simultáneo.(3) Otras complicaciones poco frecuentes son: estenosis anal, fístulas rectovaginales, lesiones vasculares y nerviosas, embolia gaseosa, neumoretroperitoneo, retención aguda de orina, dolor, fiebre.(7)
Conclusión
Gracias a la accesibilidad y familiaridad de los materiales laparoscópicos para el cirujano, el TAMIS ha permitido extender la aplicación de los procedimientos endoscópicos por vía transanal, con una mejor calidad de resección que la técnica transanal convencional. Esto permite ampliar sus indicaciones, como en este caso, que se utilizó para la resección de un tumor rectal luego de una resección endoscópica insuficiente, permitiendo su estudio anatomopatológico completo, definiendo la conducta terapéutica.
Bibliografía
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