a enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno del movimiento que se caracteriza clínicamente por la presencia de rigidez muscular, enlentecimiento de los movimientos (bradicinesia), temblor de predominio en reposo, trastorno de la marcha e inestabilidad postural 1 . Habitualmente esta última manifestación aparece tardíamente en la evolución de la enfermedad y suele asociarse a otras manifestaciones axiales y característicamente es un marcador de pobre pronóstico funcional y escasa respuesta a levodopa, en comparación con aquellos sujetos con predominio de los síntomas apendiculares 2 .El temblor ortostático es una forma de temblor, generalmente de alta frecuencia, presente casi exclusivamente en la postura de pie y que afecta en mayor medida a las extremidades inferiores, manifestándose como inestabilidad postural 3,4 . Debido a su alta frecuencia no es visible al observador ni es percibido por el paciente y sólo es detectable al examen clínico por la palpación de las extremidades afectadas 3 . En los últimos años han surgido diversos reportes demostrando la presencia de temblor ortostático en sujetos afectados de EP 4,5 . A continuación presentamos el caso de una paciente con esta asociación clínica y discutimos los alcances de la misma.
Caso clínicoMujer de 67 años, con antecedentes familiares de temblor de características esenciales en su padre y una hermana. Sin otros antecedentes mórbidos relevantes. Desde los 35 años presentaba temblor de predominio en acción en extremidades superiores, de amplitud moderada y que empeoraba en situaciones de estrés, sin repercusión funcional en sus actividades habituales. Desde hace 10 años notó aumento de intensidad del temblor, por lo que consultó. Inició tratamiento episódico con propranolol hasta 120 mg/día y primidona hasta 250 mg/día, con mejoría parcial. Hace 3 años se agregó temblor de reposo braquial derecho asociado a enlentecimiento de los movimientos finos ipsilaterales y cierta torpeza en la marcha, mayor