“…Entre las patologías diagnosticadas en el presente estudio, en el grupo con CF positiva, resalta la alta frecuencia de enfermedades no inflamatorias como gastropatía congestiva, metaplasia intestinal, poliposis y diverticulosis, o bien, de enfermedades infecciosas que cursan con inflamación aguda como la giardiasis o Helicobacter pylori; mientras que, interesantemente, destaca el hecho de que en este grupo de pacientes solo hubo un diagnóstico de colitis ulcerosa y ninguno de enfermedad de Crohn. Esto se refleja que la elevación de la CF no solo se asocia a EII, y se demuestra esto con otros estudios que encontraron asociación con procesos infecciosos, poliposis, cáncer colorrectal, diverticulitis, entre otras (Aksoy et al, 2020;Caviglia et al, 2014;Conroy et al, 2018;Jafri et al, 2020;Pavlidis et al, 2013;van Rheenen et al, 2010). Previamente, otros estudios que investigaron la utilidad de la FC para diferenciar patología orgánica y funcional concluyeron que este biomarcador permitía distinguir con una sensibilidad del 73-82% y una especificidad del 77-94% (Manz et al, 2012;Pavlidis et al, 2013;Waugh et al, 2013).…”