“…Por lo tanto, se observa una fragmentación en los estudios periféricos relacionados con los daños (criminales) al medio ambiente, pero que no necesariamente se asocian al movimiento de la green criminology. mercantiles sobre la supervivencia del planeta (South, 1998b), los daños ambientales relacionados con el cambio climático (Agnew, 2012;White y Heckenberg, 2014) y alimentan la crítica de las nuevas formas de colonialismo y reproducción de desigualdades (Farget, 2016). Esta inclinación se justifica tanto por el origen del desarrollo de la green criminology -un llamado a la «justicia ambiental» que comienza con movilizaciones sociales antes de extenderse al ámbito académico (McGurty, 1997;Taylor, 2000)-como por el objeto de estudio en sí, que parece, sin sorpresa, atraer a investigadores de orientación crítica.…”