Entre los debates que surgen en Túnez tras la Primavera Árabe, el tema del racismo es uno de los que emerge con mayor fuerza en al espacio público debido a la vulnerabilidad de la población negra del país y a la discriminación sociopolítica que durante décadas han sufrido estas personas. Esta compleja realidad social ha propiciado también el surgimiento de un importante movimiento antirracista que ha reivindicado diversas demandas sociales y políticas a favor de la minoría negra del país, incluyendo una legislación eficaz contra el racismo. Este trabajo parte de la hipótesis de que el activismo de la sociedad civil más comprometida con la discriminación racial ha propiciado la adopción de la Ley Orgánica 2018-50 relativa a la eliminación de todas las formas de discriminación racial, un importante texto que, por primera vez en la historia de Túnez, define la noción de discriminación y establece una serie de medidas penales y preventivas.