La epilepsia es una patología neurológica que se origina en el sistema nervioso central, se observa que su patrón clínico es por síndromes convulsivos principalmente, a su vez estas convulsiones se manifiestan a nivel sistémico y orgánico, como contracciones musculares temblorosas de diversos tipos como pueden ser tónica clónica generalizada, focalizada en un segmento del cuerpo o de tipo ausente, suelen acompañarse de la pérdida de conciencia por segundos o minutos, lo cual repercute en el proceso de aprendizaje de las personas, dichas alteraciones resultan de descargas neuronales anormales del cerebro, las cuales pueden evidenciarse a través de exámenes complementarios como el electroencefalograma a través de él se registra la actividad eléctrica neuronal del cerebro, observándose las ondas cerebrales alteradas o normales. En el transcurso de la historia hasta la actualidad puede evidenciarse que los pacientes epilépticos sufren de estigmas sociales por el desconocimiento de esta patología, al ser asociadas a convulsiones repetitivas, la edad temprana de su diagnóstico afectan negativamente en el neuroaprendizaje, llegando a perjudicar el desarrollo normal de las funciones ejecutivas, y habilidades sociales de las personas epilépticas, por tanto se requiere un manejo interdisciplinario, observador y de seguimiento en estos paciente por parte de educadores, neurólogos, familiares, psicopedagogos, y neuropsicologos, con enfoque hacia la mejoraría de la calidad de vida en el entorno social, educativo, y no solo el control de los signos y síntomas epileptogenos.