El déficit de atención con hiperactividad es un trastorno caracterizado por la desatención y desinhibición conductual; así, puede tomar predominio desatento, hiperactivo-impulsivo y combinado o mixto, siendo la última la más frecuente. Son suficientes los estudios que confirman la presencia de signos biológicos en dicho síndrome, los genes transportadores y receptores de dopamina son los más implicados, igualmente se toma en cuenta el factor de heredabilidad. Para su diagnóstico se requiere exámenes neurológicos, así como la aplicación de pruebas neuropsicológicas y la utilización de otros métodos en psicología. En cuanto a la neuropsicología del TDAH en general, se presentan alteraciones en la atención selectiva y sostenida, en las funciones ejecutivas y en la memoria, con diferencias en los predominios. El déficit de atención con hiperactividad es de inicio temprano, y en algunos casos, persiste en la edad adulta, aunque con distintas manifestaciones. Por las áreas afectadas, el tratamiento para pacientes con TDAH debe ser multimodal, en la que se integre intervenciones neuropsicológicas, farmacológicas, psicosociales y psicopedagógicas, con el acompañamiento de sus familiares. Debe destacarse la intervención con programas de neuropsicología orientados a minimizar los compromisos funcionales de la actividad cerebral derivados del síndrome, abordándose de esta manera y no como un cuadro conductual de tipo trastorno.