El chayote (Sechium edule), originario de Mesoamérica, es un cultivo fundamental en las Altas Montañas de Veracruz, México, donde tiene un profundo valor cultural, económico y ecológico. Este fruto ha sido parte de la dieta de las comunidades indígenas desde épocas prehispánicas y sigue siendo clave en la gastronomía local. Además de su valor alimenticio, el chayote es utilizado en la medicina tradicional por sus propiedades refrescantes y digestivas. Nutricionalmente, el chayote es una fuente importante de vitaminas (como la C), minerales (potasio y magnesio) y fibra, lo que lo convierte en un aliado para la salud digestiva, cardiovascular y del sistema inmunológico. Su contenido de antioxidantes, como los flavonoides, también tiene propiedades antiinflamatorias y protectoras contra enfermedades crónicas. Económicamente, el chayote es vital para muchas familias rurales de Veracruz. La comercialización del fruto, tanto fresco como procesado (en jugos y conservas), ha impulsado pequeñas agroindustrias, creando empleo y fomentando el desarrollo local. A pesar de desafíos como la corta vida útil del producto, las innovaciones en conservación y las prácticas agrícolas sostenibles ofrecen soluciones para mejorar su calidad y prolongar su frescura. Además, el chayote está promoviendo el turismo rural, con experiencias agroturísticas que conectan a los visitantes con las tradiciones agrícolas de la región. Este cultivo tiene un futuro prometedor como modelo de desarrollo sostenible y fuente de bienestar para las comunidades veracruzanas.