Debo comenzar expresando mi más sincero agradecimiento a mis directores Sonia Sastre y Emilio Torrano que han hecho posible, con mucha paciencia, que la lectura de esta tesis llegue por fin a término. Gracias por compartir conmigo todas las horas de discusión de seminarios y cafés que están detrás del trabajo que se presenta en esta tesis. Incluyo también en este agradecimiento, especialmente a Raquel Gonzalo y Antonio Giraldo que han estado detrás de este trabajo. Gracias también a Venancio Tomeo por su optimismo argumentado aleccionador.Mi agradecimiento también, por un tiempo en el que he aprendido muchas cosas y en el que he descubierto que hay muchas más por aprender. Pero sobre todo porque el tiempo dedicado ha sido, para mí, un tiempo divertido, de entusiasmo por el descubrimiento y el asombro, en el que Sonia y Emilio son grandes maestros.Son muchas las personas entre familiares y amigos que me han, literalmente empujado, a terminar este trámite, y a las que agradezco mucho el empujón.