El uso de la Inteligencia Artificial para crear y distorsionar imágenes y voces ya es una realidad que afecta también a las organizaciones. Esta realidad, asociada a la rápida difusión que ofrece la digitalización de la comunicación, amenaza las narrativas y discursos institucionales, y genera crisis de imagen. Así, el objetivo de esta reflexión fue discutir la necesidad de anticiparse a estas nuevas amenazas en los procesos de gestión de la reputación.