“…Ahora bien, como los estudiantes suelen ser enseñados y probados durante el día escolar de la mañana, a pesar del cambio hacia la noche durante la adolescencia, los horarios matutinos parecen ser una ventaja para los tipos M, que tienden a obtener grados más altos y mejores niveles de atención (Escribano y Díaz, 2014;Vollmer, Pötsch y Randler, 2013). Otros investigadores han mostrado relaciones específicas entre el cronotipo y el rendimiento académico, informando que los tipos E obtienen peores resultados escolares (Beşoluk, Önder y Deveci, 2011;Escribano, Díaz, Delgado y Collado, 2012;Preckel, Holling y Vock, 2013;Randler y Frech, 2009), aunque tienden a obtener puntuaciones más altas en las pruebas de inteligencia (Díaz y Escribano, 2015, Kanazawa y Perina, 2009, aparte del tiempo en el que asisten a clases (Vollmer, et al, 2013).…”