Objetivo: describir la seguridad del tratamiento médico-quirúrgico empleado en mujeres que acuden a interrupción voluntaria del embarazo. Materiales y métodos: cohorte histórica. Se incluyeron todas las mujeres gestantes, hasta con 26 semanas de edad gestacional, a quienes se les dio tratamiento para interrupción voluntaria del embarazo en una institución de referencia en Medellín, Colombia, entre enero de 2013 y diciembre de 2014. Muestreo consecutivo. Se midieron las variables sociodemográficas obstétricas, los efectos no deseados y las complicaciones en el tratamiento de la interrupción voluntaria del embarazo. Se hizo análisis descriptivo. Resultados: se incluyeron 87 mujeres, la mediana de edad de las mujeres al momento de la interrupción fue de 24 años (rango intercuartílico [Rq] = 12), el 69,0 % estaban solteras y el 73,4% desempleadas. La principal causa de interrupción fue el riesgo para la salud de la madre en el 61,0 %, seguido por antecedente de violencia sexual en el 26,4 % y malformaciones fetales en el 12,6 %; un total de 70 mujeres (80,4 %) tenía menos de 17 semanas y fueron tratadas con misoprostol más aspiración manual endouterina; 17 (19,6 %) tenían entre 18 y 26 semanas de gestación, las cuales recibieron misoprostol y legrado. El primer grupo (edad gestacional < 18 semanas) presentó efectos no deseados tales como dolor y vómito; el segundo grupo (<18 semanas) presentó hemorragia en el 41,0 % de los casos. Conclusiones: el riesgo para la salud materna constituyó el principal motivo para la interrupción del embarazo. La interrupción del embarazo antes de la semana 18 es segura, entre las semanas 18 a 26, con misoprostol y legrado uterino, se acompañó de una alta frecuencia de hemorragia.