“…Los metales y metaloides son elementos con propiedades metálicas que incluyen a los que presentan una densidad mayor a 5 g/cm 3 como el mercurio (Hg), el arsénico (As), el plomo (Pb) o el cromo (Cr), el zinc (Zn), el cadmio (Cd) y el níquel (Ni), por mencionar algunos (Azizullah et al, 2011;Covarrubias & Peña-Cabriales, 2017). Varios autores asocian la presencia de los metales pesados y los metaloides a la aplicación de pesticidas y fertilizantes (Kong et al, 2014), a las descargas de plantas termoeléctricas (Villalba-Atondo et al, 2013), a las industrias automotrices (Hernández-Ramírez et al, 2019), a los residuos de baterías, pigmentos, recubrimientos, estabilizadores para plásticos, desechos hospitalarios e industriales, que después de ciertos procesos son transportados a los cultivos, animales, aguas residuales y al hombre (Abdel-Satar et al, 2017;Yuan et al, 2019;Wijesiri et al, 2019). Un caso particular es el estudio de Yang et al (2013) donde reportan que las concentraciones de Cu, Zn, Cd y Pb en suelos agrícolas han superado las de los suelos no agrícolas, posiblemente por el riego con aguas residuales o bien, por el uso de fertilizantes y pesticidas.…”