“…Al igual que argumentan los estudios previos que hablan de las familias (Ann, 1990;Doh, 1999;Cangas et al, 2007;Duncan, 1999;Piñero et al, 2013;Piñero et al, 2012;Sehan, 2016;Sui et al, 2015), las familias no numerosas pueden tener hijos más centrados en sí mismos, con mayores problemas de socialización, más egocéntricos, menos maduros y esto puede influir en que presenten mayores niveles de ira. Además, al tener menos hermanos sus conductas sociales están menos estimuladas dentro del hogar, lo que puede influir en que tengan menos habilidades sociales, menos conductas de empatía y menos conductas de habilidades interpersonales, lo que puede hacer que aumenten sus niveles de ira (Cangas et al, 2007;Duncan, 1999;Piñero et al, 2013;Piñero et al, 2012). A su vez, al vivir con menos personas en el hogar, puede que estén acostumbrados a conseguir todo lo que quieren y esto haga que tengan menor tolerancia a la frustración, lo que también puede aumentar los niveles de ira (Cangas et al, 2007;Duncan, 1999).…”