“…gasto en infraestructura; Shoaf & Rottman, 2000), se hace imprescindible el catastro del inicio como del curso temporal de dichos trastornos (Neria, Besser, Kiper & Westphal, 2010) y de aquellas características personales (Benight, Swift, Sanger, Smith & Zeppelin, 1999), interpersonales y sociales (Bokszczanin, 2008) Así, a pesar que la evidencia empírica sobre las consecuencias psicológicas en distintos tipos de poblaciones a partir de la experiencia de un evento traumático es vasta y diversa (Neria et al, 2010;Norris, Friedman, Watson, Byrne, Díaz & Kaniasty, 2002), a más un año del terremoto del 27 de febrero, la mayoría de la literatura sobre este fenómeno versa sobre ciencias de la ingeniería y física de la tierra. En lo que respecta a la psicología, sólo existen dos estudios que han evaluado el impacto de dicho fenómeno, uno en salud mental (Leiva & Quintana, 2010) y otros en variables relacionadas al ejercicio laboral (Jiménez & Cubillos, 2010), ambos en adultos.…”