A lo largo de las últimas décadas, la Didáctica de las Lenguas Extranjeras (DLE) ha gozado de un gran interés por parte de la esfera académica y profesional, indagando cómo mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje e implementar alternativas que permitan al docente cumplir con su rol de guía, y asistir a su alumnado durante dicho proceso. No obstante, de los cuatro modos de comunicación –Common European Framework of References for Languages. Companion Volume with New Descriptors– que fundamentan la enseñanza de las LE (recepción, producción, interacción y mediación), la interacción oral recibe una menor atención por parte del docente y ofrece resultados poco alentadores. Por esta razón, a lo largo de este artículo se ofreerán algunas de las razones por las que esto ocurre, en especial en la etapa de Secundaria, además de sugerir una serie de alternativas que faciliten el siempre arduo proceso de hablar e interactuar en un código distinto al materno.