“…Los sesgos y problemas éticos en las clasificaciones bibliográficas y otros sistemas de organización y representación del conocimiento son un aspecto que ha sido ampliamente expuesto en la literatura de las últimas décadas (por ejemplo, Berman, 1971;Foskett, 1971Foskett, , 1984Afolabi, 1992;Olson & Ward, 1997;Olson, 2000Olson, , 2001aOlson, , 2002Olson & Schlegl, 2001;Milani et al, 2014). El paso de una hegemonía positivista hacia unas posiciones más pragmatistas ha permitido el rechazo cada vez más abierto de valores como la neutralidad y la objetividad en pos de la reivindicación de la explicitación de los puntos de vista en los procesos de organización y desarrollo de sistemas (por ejemplo, García Gutiérrez, 2002;2011;Martínez-Ávila & Guimarães, 2013;García Gutiérrez & Martínez-Ávila, 2014). En términos más técnicos, Birger Hjørland lo expresa del siguiente modo (Hjørland, 2007, p. 8, traducción propia):…”