Se desconoce la frecuencia real de las manifestaciones cutáneas asociadas con la infección por SARS-CoV-2. Aun con técnicas avanzadas de inmunohistoquímica con proteínas virales, el hallazgo del virus en la piel es controvertido, por ello se consideran lesiones paravirales. La fisiopatología de estos daños por COVID-19 es compleja y su morfología heterogénea. Los mecanismos citotóxicos del SARS-CoV-2 parecen causar estimulación de los mastocitos, daño endotelial, dilatación vascular, infiltración perivascular y periglandular por linfocitos y neutrófilos, daño de interfaz y en ocasiones necrosis epidérmica focal. Los mecanismos de defensa contra la infección parecen contribuir a la génesis de las lesiones reportadas, así como la toxicidad directa del virus, la activación humoral y celular inmediata y tardía, las respuestas inmunes; la tormenta de citoquinas con microtrombosis y la probable activación de otros virus (herpes 6-7). El uso de múltiples fármacos puede desempeñar un papel importante. Desde el punto de vista clínico, los pacientes presentan un amplio espectro de combinaciones de lesiones elementales. Aun cuando en informes de series europeas se reporta una alta incidencia de lesiones inflamatorias acrales. En México las erupciones maculopapulares son las manifestaciones más frecuentes. Existe una gran cantidad de diagnósticos diferenciales, infecciones virales, bacterianas, parasitarias y cuadros clínicos reaccionales, los cuales deben seguir siendo considerados.