“…Además, son bien vistas por el alumnado y pueden representar mayor entusiasmo independientemente del nivel de formación en el que se encuentren, lo cual conlleva a proponer diversas estrategias desde las herramientas didácticas que acompañan metodologías de formación con la intención de que una población de estudiantes alcance niveles esperados de aprehensión del conocimiento (González-Velasco et al, 2021). Ahora bien, es importante entender que la ingeniería nace como una necesidad para responder y dar solución a las problemáticas sociales, esta rama como muchas otras, ha tenido que evolucionar conforme se van generando cambios políticos, sociales, económicos y sobre todo tecnológicos (Doyle-Kent & Watson, 2021), este último ha estado marcado principalmente en el último siglo por el avance que ha tenido las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) (Mirete et al, 2020;Lopez et al, 2021;Xin et al, 2022), donde el rol del ingeniero se ha vuelto fundamental para garantizar el desarrollo social y en el caso de la ingeniería industrial, potenciar el progreso industrial y económico y la adaptación a los retos de la industria 4.0 (Capote et al, 2016;Coronado et al, 2019;Salah et al, 2020). Desde este contexto se ha identificado como un problema en la enseñanza de la ingeniería y en lo particular en la ingeniería industrial para lograr el acercamiento a las necesidades del sector productivo, por tanto, se genera una brecha entre los objetivos de enseñanza con lo que demanda el entorno.…”