La obstrucción primaria adquirida infrasacal del ducto nasolagrimal es una entidad bastante frecuente en pacientes de edad media y avanzada que origina epífora y blefaritis así como dacriocistitis crónica y/o recurrente.
En el tratamiento de esta patología se sigue considerando, aunque cada vez menos, la dacriocistorrinostomía (DCR) externa como “el gold standard” con unas tasas de éxito que se sitúan alrededor del 85%.
Sin embargo, en la actualidad, es considerada como una opción “invasiva”, que pone en riesgo estructuras como el mecanismo de bomba canalicular y puede generar una cicatriz poco cosmética.
Estos riesgos potenciales se pueden evitar con técnicas menos invasivas (DCR endoscópica y la DCR transcanalicular con láser diodo modificada).
La principal desventaja que puede presentar la técnica quirúrgica de dacriocistorrinostomía con láser diodo es la inversión económica por el alto coste del aparataje y su mantenimiento