En el marco de una crisis sanitaria, el único órgano local encargado de promover la participación ciudadana en la gestión educativa, el Consejo Participativo Local de Educación (Copale), estuvo inactivo. Este fue el punto de partida para explorar las formas de comunicación y participación en la gestión educativa de una comunidad en Mórrope, distrito situado al norte del Perú, durante la pandemia de la COVID-19. A partir de un enfoque fenomenológico-cualitativo basado en entrevistas y análisis documental se revelaron procesos de participación e interacciones comunicacionales naturales no regulatorias, evidenciando escenarios positivos, como el papel de los actores comunitarios al abordar diversos problemas logísticos: búsqueda de estudiantes «no contactados», distribución de alimentos de Qali Warma o desarrollo de las sesiones de aprendizaje virtual. Sin embargo, se observaron también escenarios negativos como las prácticas comunicativas verticales desde el Estado. Finalmente, se examinó la percepción de los directivos de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) sobre la participación ciudadana, contrastándola con la realidad observada. Las experiencias recopiladas destacan la importancia de la participación comunitaria como eje en la gestión educativa e invitan a repensarla no solo como un conocimiento directo de las necesidades locales, sino como una cuestión de justicia social.