“…Una definición frecuentemente utilizada para este campo corresponde a aquella que dice relación con el proceso estructural y de crecimiento que, mediante el máximo aprovechamiento de los recursos locales, permite que las personas que viven en un área local o una región de un país experimenten un incremento continuo de su bienestar (Llisterri, 2000;Aghón, Albuquerque, & Cortés, 2001;Finot, 2001;Albuquerque, Llorens, & del Castillo, 2002). Respecto al enfoque nacional de desarrollo económico, las diferencias principales consisten en el reconocimiento de que los territorios dentro de los países no son homogéneos, al hecho de que la provisión de bienes y servicios públicos por parte del Estado tampoco es homogénea a través del territorio, a la importancia asignada a la participación de los distintos agentes dentro del proceso de desarrollo, y al grado -alto o bajo-de multidisciplinariedad y transdisciplinariedad que permean ambos enfoques 3 (Tello, 2010).…”