“……los niños a nosotros nos suben, nos bajan y uno queda… claro más que decirles que no se hace, explicarles que está mal, que es una falta de respeto, pero el niño más allá no, o a veces uno está expuesto a que incluso el niño te pegue, pero uno no tiene una protección sobre eso… (E7) 378 …aquí ha habido compañeras que han sido maltratadas en forma seria, con piedrazos, que han tenido que ir a la mutual con licencia, entonces es preocupante… no cambian de conducta (los niños) … entonces los derechos de nosotros están poco claros, pero los derechos de ellos sí… (E3) Este estilo de autoridad se puede entender en el contexto de una relación de cuidado ejercida en residencias de protección. Los/as cuidadores/as afirman que su autoridad se ve deslegitimada por una lógica de superioridad del niño/a en el vínculo con el adulto, donde los/as cuidadores/as observan una preeminencia de los derechos por sobre los deberes (Gallegos-Fuentes et al, 2018). Ergo, se presentan episodios de abierta subversión del orden jerárquico esperado, lo que concluye con maniobras interaccionales donde el niño/a se sitúa en una posición superior al cuidador/a.…”