La relación entre vida personal y trabajo se ha hecho evidente durante la pandemia del COVID-19: trabajo remunerado, trabajo doméstico, cuidados, vida personal y familiar coexisten en el mismo espacio y tiempo. El trabajo inundó los espacios del hogar y reubicó al teletrabajo en el centro del mundo de lo doméstico.Esta investigación cualitativa analiza la experiencia de teletrabajo bajo pandemia para académicas en Chile. A través de entrevistas foto-provocadas a una muestra de 15 académicas de universidades del norte, centro y sur de Chile, el artículo aborda la neutralidad institucional universitaria respecto al género como una estructura que profundiza desigualdades y excluye a académicas con responsabilidades de cuidado.Los resultados muestran una intensificación y extensión de la jornada online, una sobrecarga de trabajo reproductivo, simultaneidad de tareas, vulnerabilidad emocional y soledad, aunque para algunas académicas el trabajo a distancia también ha significado mayor concentración y flexibilidad laboral. Las variadas condiciones afectan profundamente la experiencia de teletrabajo, el bienestar y las posibilidades de generación de conocimiento y productividad científica. Ante la diversidad de realidades en relación al teletrabajo durante la crisis sanitaria, se plantea la necesidad urgente de políticas institucionales con perspectiva de género.