“…Dentro de otras situaciones que pueden ser críticas en la vida de un infante y que se relacionan con actos suicidas, están la exposición a eventos traumáticos o estresores crónicos (Campo et al, 2003;Stansfeld et al, 2017), como el maltrato y violencia infantil (Bella, 2012;Campo et al, 2003;Jiménez, Hidalgo, Camargo y Dulce, 2013;Pérez-Olmos, Rodríguez-Sandoval, Dussán-Buitrago y Ayala-Aguilera, 2007;Suárez, Restrepo, Caballero y Palacio, 2018;Zelaya de Migliorisi, et al, 2012), el abuso sexual (Bella, 2012;Campo et al, 2003;Fernández-Montalvo et al, 2019;Jiménez et al, 2013), los problemas o fracasos escolares (Pérez, 2005;Pérez-Olmos et al, 2007;Victoria et al, 2019), la muerte de algún familiar (Bella, 2012;Jiménez et al, 2013), los problemas o conflictos familiares (Guerrero-Martínez, 2016; Pérez-Olmos et al, 2007;Toro, Paniagua, González y Montoya, 2010),los problemas sentimentales y de pareja en sus figuras parentales (Fernández-Montalvo et al, 2019;Guerrero-Martínez, 2016;Jiménez et al, 2013), presencia de trastornos psiquiátricos (R. Miranda et al, 2008), situación de desplazamiento forzado (Jiménez et al, 2013) Adicionalmente, se tuvieron en cuenta las bases de datos presentadas en español o inglés, de países correspondientes a América Latina, América del Norte y Europa, que tuvieran información disponible sobre eventos de suicidio, en los grupos poblacionales de 5 a 9 años o de 10 a 14 años de edad.…”