“…Estos análisis utilizan con frecuencia simulaciones térmi-cas de los edificios (Krygiel y Nies, 2008;Hensen y Lambert, 2011;Jankovic, 2012;Anderson, 2014), que consideran resultados del total del ambiente interior, sin diferenciar los distintos recintos, en especial en los edificios de tamaño pequeño, como las viviendas unifamiliares, que poseen varias habitaciones, simplificándolas en modelos unizona (Hendron y Engebretch, 2010). Sin embargo, cuando se realizan mediciones de variables ambientales, como temperatura, humedad, iluminación o calidad del aire, suelen evidenciarse diferencias entre habitaciones (Sarmiento y Hormazábal, 2003;León, Muñoz, León y Bustamante, 2011;Beizaee, Lomas y Firt, 2013).…”