“…En las últimas dos décadas, en México se han observado algunos avances en materia de equidad laboral por género -mayor participación, menor segregación, reducción en las diferencias salariales, por mencionar algunos-(Arceo-Gómez y Campos-Vázquez, 2014; Rodríguez y Castro, 2014a;Rodríguez et al, 2017;Aguilera y Castro, 2017;Castro et al, 2018;Kuri, 2020;Castro et al, 2021); no obstante, aunque queda un largo camino por recorrer para lograr el objetivo de equidad laboral por género, existen elevados niveles de segregación por sexo, debido a que las mujeres tienen una sobrerrepresentación en las actividades y ocupaciones menos favorecidas; las oportunidades de acceso y desarrollo laboral en igualdad de condiciones por género siguen siendo una aspiración y las diferencias salariales se mantienen elevadas. Sin embargo, la irrupción de la crisis pandémica puede poner en riesgo los avances logrados, dada la fuerte contracción económica y los efectos en materia laboral, que pueden ser desfavorables para las mujeres, al menos para algunos segmentos entre ellas; así, es pertinente preguntar si el evento generado por la pandemia implicó un aumento en la desigualdad por género, en especial en lo relativo a las remuneraciones.…”