“…La disminución de la DVO puede desarrollar lesiones tales como Queilitis Angular, desarmonía de la estética facial del tercio inferior de la cara, signos de vejez prematura (2) , pseudprognatismo mandibular (1) y para algunos autores incluso desordenes temporomandibulares (5) , las consecuencias reportadas por incrementar la misma corresponden a hiperactividad de los músculos masticatorios, aumento de la fuerza oclusal, bruxismo (1,4) , dificultad en la fonación y deglución, sensibilidad dental debido a las fuerzas traumáticas, reabsorción ósea patológica, alargamiento del rostro, así como, expresión facial de cansancio (3) . Existen numerosos procedimientos para la determinación de la DV (2) , algunos autores establecen que esta debe ser restaurada probablemente al mismo valor que tenía antes de producirse la disminución de la misma (3,6) , y por ello se han utilizado algunos métodos para determinar las relaciones verticales de la mandíbula con respecto al maxilar tales como: la posición de reposo fisiológico mandibular, deglución, fonéticos, y estéticos, así como en los que se incluyen medidas faciales, registros pre extracción, cefalometrías (7) o métodos electromiográficos; encontrar un procedimiento fiable para determinar la dimensión vertical de la oclusión correcta siempre ha sido un reto para los clínicos, y desafortunadamente, no hay un procedimiento en particular universalmente aceptado que determine la dimensión vertical por si solo (2,6,7) . De acuerdo a Matsumoto (3) la DVO puede ser dividida en Clase I: cuando está mantenida por el contacto dentario; esta situación se extiende desde la presencia del arco dental completo hasta la más extrema situación donde solo dos dientes antagonistas están en contacto, Clase II: cuando a pesar de la presencia de los dientes, ninguno de ellos toma contacto con el antagonista, por lo tanto la DVO no se puede mantener porque no hay contacto en el arco, Clase III: el contacto oclusal es totalmente ausente así como uno de los arcos es completamente edéntulo (3) ,por lo tanto, los factores que se deberían considerar determinantes para incrementar la DVO constituyen principalmente la estructura dental remanente, el espacio disponible para la rehabilitación, la oclusión y la estética; si bien, los incrementos de hasta 5mm son predecibles y seguros en el tiempo (1,8) , la decisión de cambiar la DVO implica necesariamente un proceso de evaluación y seguimiento al paciente hasta que en él desaparezcan los signos y síntomas de disconfort (2) y se haya demostrado la adaptabilidad al cambio propuesto (8) .…”