El presente artículo, dedicado al maestro nacional Celedonio Villa Tejederas, intenta poner de relieve la tarea regeneracionista realizada por tantos maestros de «figura minúscula» entre los siglos XIX y XX. Como educador preocupado y a la vez convencido del poder de la educación, realiza a lo largo de su obra y discursos en la Escuela Normal de Sevilla un alegato a favor de la misma, atisbándose a través de sus palabras las ansias de renovación hacia una escuela nueva. Analista del sistema educativo, pone de manifiesto, así mismo, la dejación de la Administración Educativa con las escuelas rurales. En este mismo sentido y consciente de su labor, pone en marcha atractivos métodos destinados a desterrar uno de los grandes lastres de las mencionadas escuelas: el absentismo escolar. A través de su particular visión de la educación, compartida por otros autores coetáneos e incluso predecesores, lleva a cabo una labor coherente con su pensamiento, basada en el valor del esfuerzo y la necesidad de acción, valores éstos que tanto admira y que toma como ejemplo de las abejas.