“…Dichos indicadores a veces hacen referencia a las características de las viviendas, al acceso a los servicios de salud, al crédito y a la tierra, pero también al tipo de empleos, y a la existencia de ahorro y bienes de capital, además del bienestar infantil, el rendimiento escolar, la violencia doméstica, los patrones de autoridad y el ingreso. En el caso de los ingresos, las conclusiones pueden también variar si se utiliza el ingreso total, el ingreso per cápita, o una combinación de la jefatura declarada con información sobre el origen femenino o masculino de los ingresos de las unidades domésticas±1 ' Véase Buyinic, Youssef y Von Hin 1978;Echarri, 1995;Cortés, 1997 '' Véase Buvinic, Youssef y Von Elm, 1978;Folbre, 1991;García y Oliveira, 1994;Echarri, 1995;Cortés y Rubalciya, 1995;Cortés, 1997;Rubalcava, 1998;Acosta, 2000; En síntesis, el crecimiento de los hogares con jefas, su heterogeneidad y la experiencia ya acumulada en América Latina en la investigación sobre este tema ameritan que se diversifiquen las preguntas y que se hagan más precisas, además de que se diseñen metodologías e indicadores más apropiados para ubicar en este grupo a aquellas mujeres y a aquellos jóvenes y menores de edad que son especialmente vulnerables y que ameritan la atención prioritaria de las políticas pú-blicas.…”