La cantidad de nuevas sustancias psicoactivas, popularmente conocidas como drogas emergentes, sintéticas o recreativas, aumenta en el mercado global cada año. El uso de nuevas tecnologías para la producción y comercialización de las sustancias, aunado a una demanda exigente de nuevos efectos psicotrópicos más potentes, son algunos de los factores que contribuyen al incremento de una oferta más variada, así como a la cantidad de consumidores de algún tipo de psicoestimulante.
El desarrollo de herramientas analíticas fiables con capacidad de respuesta in situ para una evaluación preliminar, contribuyen significativamente con la generación de información científica para atender casos de intoxicaciones, aplicar correctamente la legislación e inclusive aportar datos reales para una reclasificación más justa de las drogas basada en criterios objetivos.
Los sensores electroquímicos han ganado terreno en áreas como la toxicología y las ciencias forenses. Esencialmente, porque son dispositivos portátiles de fácil manipulación, altamente versátiles, con mínimos requerimientos en el tratamiento de la matriz y que necesitan cantidades muy pequeñas de muestra. Asimismo, las metodologías electroquímicas presentan excelentes parámetros de desempeño como bajos límites de detección, alta sensibilidad y muy buena precisión. Esta revisión se enfoca en la aplicación de sensores electroquímicos voltamperométricos para el análisis de drogas.