“…La labor lexicográfica no está exenta de decisiones que pueden venir trazadas por criterios espurios. Establecer los límites en la configuración del lemario y en las acepciones que se incluyen, señalar una jerarquía entre los distintos significados que recoge una entrada, determinar las marcas que se van a emplear o elegir 2 Es de gran valor su banco de datos sobre el español, con corpora que han ido creciendo desde los primeros corde (Corpus Diacrónico Español) Feldman (1980), Lehmann (1980), Benhamou (1986), Buzon (1979), Girardin (1979), Beaujot (1979Beaujot ( y 1989, Boulanger (1986) o la miscelánea recogida por Kachru-Kahane (1995), que aplicaban a la lexicografía las teorías del análisis del discurso, en España se fueron desarrollando muy pronto estudios sobre el particular que analizaban o tomaban como ejemplo distintas obras lexicográficas, entre ellas el drae en sus diferentes ediciones. Así, se ha ido desgranando, hasta hoy, la visión política, religiosa, patriarcal, moral, sexual o étnica, o las preferencias gastronómicas y artísticas que campan entre las páginas de los diccionarios en lengua española.…”