“…Si bien las dos primeras aluden a nociones comúnmente presentes en el diagnóstico y la experiencia subjetiva de la enfermedad mental (López-Ibor, 2002), los participantes consideran que las personas suelen asociar la enfermedad mental a la locura -pérdida total de la razón-, utilizando adjetivos como "loco", "peligroso", "agresivo", "dependiente" e "incapaz". Así, el personal de salud vincula la enfermedad mental a los trastornos de naturaleza crónica y deteriorante, enfatizando en los trastornos psicóticos, lo cual coincide con los hallazgos de diversos estudios realizados en población general (Link, Phelan, Bresnahan, Stueve & Pescosolido, 1999;Goerg, Fischer, Zbinden & Guimón, 2004). A pesar de que los trabajadores de la salud cuentan con mayor información, preparación y contacto con las personas que sufren enfermedades mentales, su discurso muestra que ellos comparten representaciones similares con el común de la población, lo cual daría cuenta de la fuerza del estigma vinculado al trastorno mental.…”