Se realizó un estudio retrospectivo de brotes de babesiosis y anaplasmosis (tristeza parasitaria bovina, TPB) ocurridos entre 2006 y 2016 en el Noroeste argentino (NOA) para evaluar algunos aspectos epidemiológicos y clínicos de estas enfermedades. De 4.398 muestras para diagnóstico, 238 (5,4%) tuvieron sospechas de TPB, las cuales se confirmaron en 106 (44,3%) casos por observación microscópica de los agentes causales. Cuarenta y siete (44,3%) brotes se debieron a Anaplasma marginale, 40 (37,7%) a Babesia bovis y 14 (13,2%) a Babesia bigemina. En cinco (4,7%) focos de babesiosis no se determinó la especie causal de Babesia. Los brotes se diagnosticaron en 62 establecimientos ganaderos de cuatro provincias (Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Chaco). La mayoría ocurrieron en verano y otoño, con máxima incidencia en abril y nula en setiembre para ambas noxas. Las vacas adultas fueron la categoría de ganado más afectada. En 58% (61/106) de los brotes murió al menos un bovino, con un número promedio de cuatro muertes por brote. Se concluye que la TPB continúa incidiendo negativamente en la producción bovina del NOA.