“…Por lo tanto, los resultados de aprendizaje y en consecuencia el rendimiento académico del estudiante concreto pueden ser explicados por diferentes teorías explícitas: algunos autores recurren a la inteligencia y los procesos cognitivos implicados (Piaget, 1978;Sternberg, 1988;Piletti & Rossato, 2011), otros a la personalidad y sus componentes, principalmente emocional y afectivo, con la participación de la autoestima (Kelly, 1995;Norenzayan, Choi & Nisbett, 1999;Sá, 2017), otros consideran que el problema radica en las creencias y estereotipos sociales (Rodrigo, Rodríguez & Marrero, 1993;Lourenço, 2010). Siendo que otros, con legitimidad teoríca y práctica, dan énfasis al papel de la motivación (Huertas & Agudo, 2003;Souza, 2010;Vianin, 2013;Gabriel & Oliveira, 2014), así como aquellos que entienden que la causa del problema se centra en el proceso de socialización y la educación y el aprendizaje (Kember, 1997;Pozo et al, 1999;Máiquez et al, 2000;Pérez Echevarría et al, 2001;Coggi & Richiardi, 2013;Sá, 2017).…”