La formación del profesorado sobre la especificidad de las escuelas situadas en territorios rurales se torna necesaria y clave para hacer frente a la imagen sesgada, victimizada y desvirtuada que se difunde en los medios de comunicación, en las políticas educativas neoconservadoras y en los manuales didácticos. Parte del cambio está en la inclusión de la realidad de estas escuelas en los planes formativos de los Grados de Educación Infantil y Educación Primaria, con la finalidad de dotar al futuro profesorado de conocimientos, habilidades y actitudes que les permita desarrollar prácticas educativas conectadas y coherentes a la casuística de cada territorio rural. Esto debe ser enfocado desde una triple vertiente: organizativo, didáctico-curricular y sociocultural. La sostenibilidad de los territorios rurales depende en parte del ejercicio profesional del profesorado que puede contribuir al arraigo y a la fijación de la población para prevenir el fenómeno de la España vaciada.