“…Por tales razones, el cuadro 14.4 nos muestra que la mayoría de las familias de origen europeo, el 71,9% de los casos, corresponde al último gran flujo migratorio que arribó al AMBA en el período 1930-1975 y un 2,1% lo hizo en el período 1976-2015, siendo apenas un 6,7% el que lo hizo en el período 1880-1929, el cual corresponde al patrón de acumulación agro-exportador. Las migraciones internas, por otra parte, movilizaron a los centros de desarrollo industrial del país a grandes contingentes de personas de ascendencia criolla entre 1930 y 1960 (Elizade, 1977), lo cual, entre otras cosas, cambió la composición étnica y de clase de la región, iniciando, además, un flujo de migración que, si bien no tuvo posteriormente la fuerza del período que coincide con el modelo de la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) (Velázquez y Gómez Lende, 2005), se mantuvo por más de 45 años, llegando hasta la actualidad. Apenas un 0,7% de las familias de origen migrante interno llegó al AMBA en el período Por último, refirámonos a la migración latinoamericana.…”