“…Los investigadores de conflictos familiares han entendido que tanto varones como mujeres pueden comportarse como víctimas y agresores de las diferentes tipologías de violencia; por contrario, los investigadores feministas, como se les denomina en algunas ocasiones, basan su argumentación en que son las mujeres las únicas víctimas de este tipo de abuso (Archer, 2000;Dobash & Dobash, 2004;Ferrer-Pérez & Bosch, 2019;Hanson, 2000;Nowinski & Bowen, 2012;Rivera-156 Concordancia en la percepción de conductas violentas en parejas Rivera et al, 2007). Estas dos corrientes han recibido multitud de críticas que han suscitado un intenso debate y el surgimiento de posiciones encontradas en la explicación de las particularidades, que defienden cada una de las posturas: así se han establecido nuevas tipologías de violencia de pareja (Brownridge, 2010;Dobash & Dobash, 2004;Johnson, 2006;Juarros-Basterretxea, Herrero, Fernández-Suárez, Pérez & Rodríguez-Díaz, 2018), se han recabado nuevos datos (O'Leary, 2000;Rusell & Oswald, 2002;Straus, 2006;Straus, 2008;Rubio-Garay, López-González, Saúl & Sánchez-Elvira, 2012;Graña & Cuenca, 2014) y una variedad de explicaciones sobre las motivaciones de los intervinientes (Graham-Kevan, & Archer, 2005;Muñoz-Rivas et al, 2007;Straus, 2008), para contribuir a la clarificación del fenómeno de la bidireccionalidad en la violencia de pareja (Straus, 2016).…”