“…Diversas investigaciones que han realizado comparaciones entre sujetos que consumen alcohol y sujetos controles, han encontrado que los individuos que consumen esta sustancia presentan alteraciones en su funcionamiento neuropsicológico, presentando menor desempeño en tareas neuropsicológicas que valoran la atención, memoria, solución de problemas complejos, procesamiento de la información, habilidad viso-espacial, habilidades lingüísticas, aprendizaje, discriminación auditiva, velocidad motora y funciones ejecutivas. Estos resultados han permitido identificar al consumo de alcohol como un factor de riesgo que atenta en el adecuado funcionamiento cerebral del ser humano (Boelema et al, 2016;Brown, Tapert, Granholm, & Delis, 2000;Day, Celio, Lisman, Johansen, & Spear, 2013;Ferrett, Carey, Thomas, Tapert, & Fein, 2010;Montgomery, Fisk, Murphy, Ryland, & Hilton, 2012;Silva et al, 2017;Stavro, Pelletier, & Potvin, 2013;Thoma et al, 2011).…”