El enfoque basado en riesgo es uno de los principales cambios de la nueva versión de la norma ISO 9001:2015, y exige de las organizaciones además del compromiso de la alta dirección, establecer durante la planificación del sistema de gestión de la calidad acciones que le permitan determinar los riesgos y oportunidades con el fin de asegurar que el sistema de gestión de la calidad pueda lograr sus resultados previstos, aumentar los efectos deseables, prevenir o reducir efectos no deseados y lograr la mejora continua de sus procesos. En el presente artículo, se plantea una metodología genérica para administrar los riesgos estratégicos y operacionales de una compañía a partir de la comprensión del contexto y la identificación de las necesidades y expectativas de las partes interesadas. Por medio de una secuencia de etapas se plantea abordar los riesgos y oportunidades de una organización, partiendo de la identificación de las fuentes, causas y consecuencias que puede traer la materialización de un riesgo inherente, seguido de la valoración a través de un análisis cualitativo, cuantitativo, semicuantitativo o combinación de estos, de acuerdo con la herramienta que se desee utilizar. Posteriormente, teniendo el riesgo valorado se evalúa haciendo uso de las estrategias definidas para identificar los riesgos críticos y priorización de los mismos. Por último, continúa el proceso de tratamiento del riesgo donde se modifica y/o implementan acciones frente al mismo para poder controlar la materialización de los riesgos y/o disminuir el impacto que podría provocar en caso de que se materializarse