“…Autores como el propio Iradier, Ángel Ganivet, Ricardo Beltán Rózpide o Javier Gallo y Maturana, entre otros, realzan también en sus obras la «innata vocación africana» de España, su «tendencia misionera», así como «la ausencia total de actitudes racistas y la difusión del mestizaje como consecuencia» 92 . Aunque es cierto que sus respectivos trabajos no solo desprenden la creencia de que «las almas de los negros y los blancos son iguales ante el Creador» 93 , sino también el convencimiento aún más profundo de la innata superioridad ibérica frente a la población guineana. Por eso resulta plausible en sus obras, por ejemplo, la comparación de la talla craneana del «habitante del Muni» con la de otras razas históricas de referencia para la antropología física, como «los antiguos egipcios» o, de nuevo, «los Guanches de Canarias» 94 ; la evaluación de su «grado bastante inferior de evolución» física, que «no puede resistir la cultura europea» 95 ; la calificación de sus «características de raza» como propias de una «población degenerada» 96 ; e incluso la recomendación de un modelo de «colonización de color» que, «fundándose en que la vida bajo el clima» de «Cuba», «Puerto Rico» y también Canarias, «puede estimarse como una preparación para vivir y trabajar en Guinea» 97 .…”