“…Por ello, llama la atención la situación que se vivió en Chile, cuyas universidades se apegaron a un plan nacional que orientó y unificó el soporte Si bien, algunas instituciones redoblaron esfuerzos para implementar poco a poco plataformas y herramientas diseñadas explícitamente para las actividades académicas a distancia, no se consideró por completo la brecha digital que vive Iberoamérica, entendida como la desigualdad existente para acceder a las TIC, ya sea por los recursos económicos para adquirir dispositivos, por las propias capacidades digitales e incluso por los valores asociados a su uso (Lloyd, 2020). Todas las universidades enfrentaron, en distintas proporciones y sin excepción, este reto, pero los datos muestran una cruda realidad para la región, pues el desarrollo del ecosistema digital se posiciona por debajo de regiones como Europa, América del Norte y los Estados Árabes, y se encuentra apenas por arriba de África y Asia (Romero, et al, 2020).…”