“…A esto responden los autores siguientes máticas que se construyen, y recrean las tensiones de la valoración de la vida y la vida en la valoración (Meneses Carmona, 2010). -La bioética es una biopolítica: Responden los siguientes autores: 1) como biopolítica que se sustenta en una idea de lo vivo considerado desde una base mental cognitiva, según la teoría de lo vivo de Francisco Varela (Varas Guerrero, 2006); 2) el biopoder y la biopolítica vistos contemporáneamen-te, implican varios discursos de verdad, desde lo cual se hace el gobierno de lo vital (Rabinow, Paul; Rose, Nikolas; 2006); 3) se pretende mostrar que la pro-vocación bioé-tica, leída desde la periferia, puede expresar de manera teórico-conceptual lo que aquí se llama la provocación biopolítica, es decir, la superación de una «sobrevida miserable» que padecen los terceros mundos (Osorio García, 2007); 4) se ha convertido en un modo de la biopolítica, en la medida que une los discursos institucionales y ayuda a crear cuerpos dóciles utilizados en la investigación biomédica (Lysaught, 2009). -Relación bioética-género: Responden los autores siguientes: 1) los movimientos feministas y de género manifiestan la «corporización» de las estrategias de poder y de resistencia, frente a los desafíos de una sociedad tecno-científica (Novoa, 2007); 2) los sistemas culturales funcionan como una matriz simbólica de las prácticas sociales y se constituyen en el fundamento de una teoría del poder, de la reproducción de la dominación (Peña Collazos, 2009); lo que problematiza el feminismo, para llevar a cabo nuevos análisis de las tecnologías del cuerpo que ponen de manifiesto las diferencias específicas de género, así como la posibilidad de construir nuevos proyectos políticos a favor de la emancipación de las mujeres (Boyer, 2012).…”